Buenos Aires, 4 octubre, 2019
Hola, amiga, espero estés preparada para disfrutar de un buen fin de semana. Hoy ha sido un día lluvioso y triste, pero dicen que mañana sale el sol.
Estoy contenta porque a fin de mes viene de visita a Buenos Aires mi hija, Rosario, que se fue hace un año a trabajar a Australia y a quien algunas de ustedes conocieron. Tengo muchas ganas de verla.
Se fue con dos amigas y apenas llegaron alquilaron un lindo departamento en Bondy Beach en las afueras de Sydney. Una de las chicas ya fue con un contacto de la empresa en la que trabajaba en Buenos Aires y la tomaron enseguida, la segunda se había ganado una beca para hacer un estudio en la universidad y comenzó enseguida estudiar. A Rosario, sin embargo, le costó seis largos meses encontrar un puesto que realmente le interesase y mientras tanto se defendió con tres trabajos simultáneos para poder mantenerse: vendió helados en la playa, trabajó de moza en una confitería y de vendedora en un local de venta de artículos de peluquería en un shopping. Fue una experiencia de vida y a pesar de que se cansaba mucho no olvidó su objetivo y siguió contestando avisos. Finalmente, encontró un lindo trabajo en una consultora de recursos humanos haciendo lo que le gusta, selección de personal y está muy contenta. Me mandó esta foto con sus compañeras de oficina de Sydney y, como verán, es bastante parecido a lo que pasa en las nuestras!
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